EL PLAN B Y EL FUTURO DEL INE Y DE MÉXICO (2 DE 3) Por:
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El Plan B del sistema electoral se deriva del plan original, que a nivel de reforma electoral constitucional, buscaba AMLO y fue rechazada el año pasado. La oposición (PRI-PAN-PRD-MC) votó unida contra la propuesta, impidiendo la mayoría calificada, porque atentaba contra los avances democráticos de nuestro país y permitió la alternancia, incluso de la izquierda que hoy nos gobierna.
La intención de AMLO con este Plan B, busca destrozar el sistema electoral, pero dado que sólo modifica leyes secundarias requiere únicamente mayoría simple.
Esto es pisotear la Constitución y los procesos legislativos, terminando con la separación de poderes, la iniciativa fue para reformar y adicionar alrededor de 300 artículos en seis leyes secundarias, para lograr algunos de los efectos de su plan original, pero está tan mal hecha, que aún y cuando pasó por ambas cámaras, es prácticamente imposible de cumplir, por los tiempos, y contiene infinidad de controversias constitucionales. Ahora está en manos del Poder Judicial.
Algunos de los puntos principales son: Eliminar los fondos y fideicomisos del INE, el servicio profesional de carrera y la Secretaría Ejecutiva (la cual ya fue restituida por orden del Supremo Tribunal). Fusionar las direcciones de Organización Electoral y de Capacitación, así como la Unidad Técnica de lo Contencioso Electoral con la Dirección Jurídica. En el ámbito local, eliminar los vocales, secretario y de Organización; a nivel distrital los vocales de Organización Electoral, el de Registro Federal de Electores, el de Capacitación Electoral y Educación Cívica y el Secretario. Crear el Sistema Nacional Electoral conformado por el INE y los OPL. Crear la Comisión de Administración, integrada por cinco personas, en sustitución de la Junta General Ejecutiva, actualmente compuesta por 11. Le reducen al INE y al Tribunal Electoral las facultades para sancionar infracciones electorales (actos anticipados de campaña, recibir recursos de personas no autorizadas, exceder los topes de campaña). Derogar las sanciones que prevén la pérdida al derecho a ser registrado como candidato o candidata. Unifica el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) con el cómputo de la elección que empezará el domingo mismo de la jornada electoral y se transmitirá en tiempo real. Fijando tendencias e incidiendo en las preferencias electorales. Establecer la prohibición de “difundir de propaganda política o electoral que contenga expresiones que calumnien a las personas, a los partidos políticos o a los gobiernos emanados de éstos” y les permite a los gobiernos opinar sobre los procesos electorales y los candidatos, así como promocionar acciones y obras. Utilizar los edificios públicos o sean del gobierno, y tener oficialmente el listado de secciones votantes en la estructura gubernamental, lo que haría muy susceptible de que se pierda el blindaje de la información.
El Plan B se fija seis meses para compactar los puestos, para despedir y liquidar a gran parte del personal que asegura la buena organización del proceso electoral ya muy próximo. En fin, se trata de destrozar al INE.
Autor: Mario Mata
Fuente: WWW.elheraldodechihuahua.com.mx
manuelgandaras@gmail.com
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